O cómo disfrazar deseos corporativos de estrategias digitales.
Escena:
Octubre.
Las salas de juntas huelen a café recalentado, galletas del COSTCO y promesas nuevas.
Los equipos se reúnen para “planear la transformación del próximo año”.
Traducción: abrir el PowerPoint, reciclar las diapositivas del año pasado y cambiarle el logo a “Versión 2026”.
Verdad sin anestesia:
Cada año, cientos de empresas se convencen de que una nueva lista de proyectos traerá la salvación.
Pero lo que en realidad producen son catálogos de deseos: modernizar sistemas, adoptar IA, migrar a la nube, reinventar el negocio...
Y como si eso no bastara, le agregan las palabras de moda: IA generativa, low code, productividad exponencial, data fabric, digital twin.
El PowerPoint suena tan moderno… que casi nadie se atreve a preguntar si tiene sentido.
Hasta que alguien lo hace:
“¿Y de eso, qué vamos a dejar de hacer?”
Silencio.
El PowerPoint no tiene respuesta para eso.
Tip estratégico:
Planear transformación no es llenar slides con sueños ni modas.
Es enfrentar los límites de tu organización con brutal honestidad.
La verdadera planeación no se mide por la cantidad de palabras domingueras, sino por la claridad de las renuncias.
Transformar es decidir dónde vas a concentrar energía, talento y presupuesto.
Y eso exige algo que pocas empresas tienen: coraje para decir no.
Las áreas de TI no necesitan más proyectos “estrella”.
Necesitan gobernanza, foco y un tablero con menos promesas y más compromisos reales.
🤟 Menos Palabras, Más Acción
👉 Haz una lista de TODO lo que dijiste que ibas a transformar este año.
⚙️ Tacha lo que no movió una aguja en resultados.
🚀 De lo que queda, define una prioridad y mídela en dinero, no en métricas de vanidad.
🔥 Todo lo demás… elimínalo del PowerPoint antes de que empiece otro ciclo de autoengaño corporativo.
Si tu plan estratégico cabe en 40 slides, no es estrategia.
Es arte digital en busca de presupuesto.
Si esto te dolió, es porque te toca liderar el cambio.
Hablemos en gradumultra.com.
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