💡“¡A Innovar, a Innovar!”
...pero nadie te dice qué puede salir mal
Hoy tooodo el mundo grita “¡Innovación!” como si fuera el nuevo santo grial corporativo. 🏆
👉 “Tenemos que innovar más”
👉 “Necesitamos una cultura de innovación”
👉 “La innovación es la clave del futuro”
Y sí, innovar puede ser poderosísimo.
Pero hay algo que casi nadie dice:
Innovar tiene riesgos. Y pueden salirte muy caros.

La innovación no es una garantía. Es una apuesta.
Innovar significa probar algo que no existe, no está validado o no tiene precedentes internos.
Y eso, por definición, trae consigo cosas muy incómodas:
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Costos ocultos
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Curvas de aprendizaje
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Choques culturales
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Desviaciones operativas
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Y, en muchos casos… sí... fracaso

El problema no es innovar.
Es innovar sin criterio.
Muchas empresas caen en la trampa de la “innovación vacía”:
❌ Llenan paredes de post-its
❌ Hacen hackathons sin rumbo
❌ Lanzan MVPs que no resuelven nada
❌ Invierten en tecnologías que no están listas
❌ Rompen procesos que sí funcionaban
❌ Contratan a "falsos profetas" de la innovación
Todo en nombre de “ser más innovadores”.
Pero al final, nadie mide el impacto.
Nadie recoge aprendizajes.
Y lo peor: nadie se hace responsable si sale mal.
Todos quieren salir en la foto pero nadie dice "Nos equivocamos".

¿Cuáles son los riesgos reales de innovar sin dirección?
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Diluir el foco del negocio
Persigues ideas inalcanzables, pero descuidas lo que sí genera valor. -
Perder credibilidad interna
Si lo nuevo nunca funciona, la gente se vuelve cínica. -
Romper lo que sí funcionaba
No todo necesita ser reinventado. -
Desconectar lo digital del negocio
Se innova por moda, no por necesidad real. -
Quemar recursos y tiempo
En lugar de resolver problemas, los multiplicas.

Pero entonces… ¿para qué innovar?
Porque el riesgo de no innovar también existe:
📉 Quedarte obsoleto
📉 Perder talento
📉 Ser irrelevante para el cliente
📉 Quedarte atado a modelos que ya no escalan
La clave no es innovar más, sino innovar con intención.
Innovación útil = riesgo calculado + foco en valor
Antes de lanzar algo nuevo, responde esto:
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¿Qué problema de negocio queremos resolver?
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¿Qué pasará si esto no funciona? ¿Lo podemos absorber?
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¿Qué aprenderemos si falla? ¿Cómo lo vamos a medir?
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¿Qué tanto está alineado con la estrategia?
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¿Quién se hace responsable del éxito (y del fracaso)?
Innovar no es lanzar ideas sueltas.
Es generar capacidad organizada para aprender, ajustar y escalar lo que sí funciona.

Acción concreta esta semana:
Toma las 3 iniciativas más “innovadoras” de tu empresa ahora mismo.
Y pregúntales a sus líderes:
“¿Qué pasa si esto no funciona?”
“¿Cómo sabrán si fue un éxito o un error?”
“¿A qué objetivo del negocio está amarrado esto?”
Si no hay respuestas claras… están innovando al aire.
¿Te gustaría una herramienta para conocer si tu empresa esta lista para innovar?
Respóndeme con un “yo no voy a ciegas” y te la mando.
Tus iniciativas de innovación que si vayan alineadas, las puedes mejorar si las diseñas con "Los 7 Elementos de la Transformación Digital"
Te dejo el link aquí
Gradum Ultra Signal
Innovación con brújula.
Porque transformar no es improvisar.

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