🤟 Menos Palabras, Más Acción:
En muchas empresas, los datos no se analizan… se maquillan.
No para mejorar el negocio, sino para que la junta del martes se vea “bonita”.
Ventas que no son ventas, ahorros que no son ahorros y proyecciones que son dignas de un guionista de Marvel.
La frase más peligrosa en cualquier organización no es “no tenemos datos”… es “mira, aquí están los datos” cuando nadie sabe de dónde salieron ni qué significan.
¿ Por qué pasa ?
No es falta de tecnología. Hoy hasta el negocio más pequeño puede tener dashboards de lujo.
El problema es cultural y estructural:
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Cada área cuenta su propia historia para justificar decisiones pasadas.
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No hay una definición única de éxito, así que se inventan métricas que favorecen a quien presenta.
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La capa de información se convierte en un terreno de juego político, no en una base para actuar.
Peor aún, muchas empresas creen que “más datos” significa “mejor decisión”. Error: un dato irrelevante es ruido y un dato falso es una bomba. Cuando la dirección se basa en ruido y bombas, el resultado es predecible… y caro.
La consecuencia invisible
Cuando las decisiones se toman con datos sesgados:
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Se refuerzan malos hábitos porque “el indicador salió bien”.
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Se pierde el foco estratégico; el negocio persigue números fáciles en lugar de resultados reales.
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La transformación digital se vuelve maquillaje digital: cambia la presentación, no el fondo.
Estos errores no se ven de inmediato. Al inicio, todo parece “funcionar” porque los números sonríen en la pantalla.
El problema llega cuando el mercado cambia, la realidad golpea y las métricas maquilladas ya no pueden esconder la caída. Para entonces, el daño operativo y financiero ya es real.
La disciplina que evita el autoengaño
Dentro de los 7 Elementos de la Transformación Digital, la Capa de Información es la que separa las decisiones estratégicas de las corazonadas disfrazadas de métricas.
En Gradum Ultra aplicamos tres filtros antes de que un dato llegue a la mesa de decisiones:
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Trazabilidad: ¿Puedo seguir el dato hasta su origen sin que se pierda en la burocracia? Esto evita que decisiones críticas se basen en información “de segunda mano” o modificada en el camino.
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Relevancia: ¿Este dato cambia o respalda una decisión estratégica? Si no cambia nada, no debería ocupar espacio en el reporte ni en la reunión.
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Consistencia: ¿Es el mismo dato, con el mismo significado, en todos los reportes? Un KPI que varía según el área es más peligroso que no tener KPI.
Acciones inmediatas para un CIO
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Depura indicadores: Reduce tu dashboard a los 10–15 KPI que realmente mueven la aguja del negocio.
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Revisa el ciclo de vida del dato: Desde la captura hasta la presentación, identifica en qué puntos puede perder calidad o contexto.
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Cierra el circuito de responsabilidad: Cada indicador debe tener un dueño con nombre y apellido que responda por su exactitud.
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Implementa validación cruzada: Antes de una gran decisión, contrasta la información con al menos dos fuentes independientes.
Antes de la próxima junta,
toma un indicador clave y pídele a tu equipo: "muéstrame de dónde viene y para qué se ocupa".
Si la explicación dura más que el café de la reunión, tienes un problema.
Y si nadie puede responder con certeza, entonces no tienes un dato… tienes un adorno caro.
En Gradum Ultra lo tenemos claro:
La transformación digital no empieza con más software ni más dashboards; empieza con información que merezca ser creída.
Todo lo demás es pirotecnia.
Nos leemos el próximo lunes.
Alejandro
CEO @ Gradum Ultra
Transformación digital sin bullshit.
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