🪓 Te dices innovador pero juegas a "las Barbies"

Muchos se llenan la boca diciendo “soy innovador”.
Pero cuando toca mover estructuras, recortar proveedores, retar proyectos y ajustar el presupuesto, se esconden detrás del "padrino en turno", detrás del PowerPoint o de la “idea inspiradora”.
Innovar no es repetir frases inspiracionales de LinkedIn.
Innovar es ensuciarse las manos, recibir golpes y seguir de pie.
Si tu versión de innovación es “hacer brainstorming con post-its de colores”, estás jugando con Barbies en vez de entrar al ring.
Lo que significa innovar de verdad:
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Aceptar golpes: porque incomodas a los que viven de la rutina y a los que ya se jubilaron en vida.
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Romper vacas sagradas: aunque eso signifique pelear con tu propio jefe o cuestionar proyectos intocables.
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Aislarte: porque al principio nadie quiere arriesgar su puesto para acompañar tu batalla.
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Asumir costos políticos: porque mover fichas implica dejar en ridículo a quienes nunca las movieron.
En ambientes conformistas, el innovador no es visto como esperanza, sino como amenaza.
Y la organización activa su sistema inmune para expulsarlo, disfrazado de “resistencia al cambio” o “falta de alineación estratégica”.
El precio de jugar seguro:
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Procesos oxidados que huelen a naftalina y frenan cualquier avance.
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Clientes que se van porque tu oferta parece heredada de tu agüelito.
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Talento valioso que renuncia porque prefiere construir futuro en otra parte.
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Irrelevancia garantizada mientras alguien más arriesgado se queda con el mercado.
Innovar en clave de Evolución Digital
Innovar no es glamour ni fotos con frases cool.
Es cirugía con bisturí y sin anestesia:
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Negocio: diseñar otra vaca lechera antes de que se muera la única que tienes.
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Aplicaciones e Información: dejar de usar datos como souvenir en dashboards bonitos y convertirlos en munición de ataque.
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Gobernanza: desafiar comités que existen solo para justificar la parálisis, y obligarlos a decidir en días, no en meses.
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Seguridad e Infraestructura: dejar de usar el “riesgo” como excusa para no hacer nada, y usarlo como catalizador de nuevas capacidades.
El punto incómodo
Innovar no es para los que quieren likes ni para los que esperan aplausos.
Es para los que saben que van a sangrar, que van a perder respaldo, que van a dormir mal…
pero que igual suben al ring porque entienden que el verdadero costo es quedarse fuera del juego.
👉 La próxima vez que te digas innovador, pregúntate:
¿Estás listo para los golpes, o sigues jugando con Barbies?
🤟 Menos Palabras, Más Acción
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